VISITA A CASA EL MACHO

El día no pudo ser más agradable. Estábamos muy contentos.

Como somos muy educados, les llevamos unas flores para agradecerles que nos abrieran su casa tan amablemente.

Antes de marchar una visita y una foto obligada con nuestra querida Virgen.

Nos portamos de maravilla, somos unos niños muy responsables y sabemos como hay que ir por la calle.

Aquí estamos con Mª Ángeles, que nos salió a recibir.

Estas son algunas de las imágenes que tomamos, nos encantó todo, porque no es lo normal ver tantos sobaos juntos.

Y sobre todo, los robots que se encargaban de hacer los gorros, de los que los llenan y los encargados  de transportar los sobaos hasta que los empaquetan.

Fernando, que fue el encargado de enseñarnos y explicarnos todo el funcionamiento, nos hizo una pequeña prueba de cómo cascan los huevos tan rápidamente y fácil.

Esto nos impactó. Y la verdad es que verlo impresiona un poco. Como separa el huevo de la cáscara y lo deja limpio.

Fernando nos contó muchas cosas interesantes, que espero vosotros contéis a muchas más personas.

Entre otras, los ingredientes de los sobaos. Que visto así, parece fácil...harina, azúcar, huevos, levadura y mantequilla.

A ver si lo intentamos en casa.

Y la quesada, que esta no me parece tan fácil.

Tiene que ser obligatoriamente con leche de vaca y de ahí se saca el cuajo.

Lo hacen todo a mano. Ese es el ingrediente principal, me parece a mí...

Lleva mucho más tiempo y trabajo, pero el resultado no puede ser más rico.

Y de eso nos encargamos de comprobarlo, porque comimos quesada y sobao recién hecho.

Alguno de los niños decía que tenía el sabor de las natillas. Estaba deliciosa.

 Y aquí la foto de familia...con Geli y Rosita, faltaba alguno de nuestros compañeros y les echamos de menos. Pero bueno, otro día volveremos.

Quiero agradecer a toda la familia lo bien que nos han tratado y lo amables y generosos  que han sido.

Un fuerte abrazo para ellos.

Y a vosotros felicitaros por lo bien que os habéis portado y lo lindos que sois.

Una imagen vale más que mil palabras...jejeje